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  • Foto del escritorIngrid Usuga

Una malvada amada: Cruella, de Craig Gillespie.

Una malvada amada


“Soy mujer, escúchame rugir”

-Cruella de Vil

Empezar desde cero. Mostrar el nacimiento e infancia de uno de los personajes de Disney más recordados de la historia no es algo fácil de contar. Y menos cuando se trata de una villana: Cruella de Vil. En la novela One Hundred and One Dalmatians (1956), de Dodie Smith, aparece por primera vez este personaje y desde ahí ha habido varias adaptaciones para el cine y la televisión. Ya la habíamos visto en la versión animada original, La noche de las narices frías (101 Dalmatians, 1961), luego en los live actions 101 Dálmatas (1996) y 102 dálmatas (2000), estas dos últimas protagonizadas por Glenn Close.


Cruella (2021) es una precuela del relato, en el que Disney hizo la apuesta por darle un nuevo universo a esta villana. Pudieron haber escogido reforzar su maldad, sin mayores explicaciones o, por el contrario, darle algunos antecedentes personales que explican y son coherentes con su personalidad despiadada y malvada.

A Cruella (interpretada acá por Emma Stone) la conocemos por ser una mujer obsesionada con las pieles de los animales jóvenes para hacer abrigos. En esta precuela, ella es una joven que desde pequeña se ha caracterizado por ser cruel con las personas a su alrededor, sin la necesidad de ser delicada o tierna en absoluto. Su madre, era todo lo contrario y se esmeraba por mostrarle un mundo distinto, uno más amable. Su madre la llamó Estella, pero cuando tenía mala actitud le decía Cruella. Ella quería vivir, quería ser curiosa, quería descubrir todo de lo que estuviera a su alrededor. Pero, en uno de sus “escapes” sin permiso, debe presenciar como muere su madre, lo que la deja huérfana y en la calle. Londres va acogerla de mala manera.


La película está ambientada en Londres de los años setenta durante el movimiento punk-rock de esa época. Estella crece ahí acompañada de dos camaradas tan huérfanos como ella: Horacio y Gaspar. Estella siente una falta de amor consigo misma desde que perdió a su madre y eso se traduce en su capacidad para robar: ellos conforman un trio de carteristas que azota la ciudad. Sin embargo, su anhelo oculto es ser una diseñadora de vestuario y trabajar para una de las grandes casas de moda. Eso sirve para introducir aquí un nuevo personaje: la Baronesa interpretada por Emma Thompson, quien es la gran diseñadora de modas de alta costura del momento, ella es la antagonista de esta historia. Pero, Estella/Cruella también es cruel, entonces es como si estuviéramos viendo una guerra de antagonistas buscando ser la más empática con el público. La baronesa detecta talento en ella y la contrata. Pero, empieza a convertirse en una rival fuerte. Estella es frágil, temerosa e insegura, pero cuando se convierte en Cruella, se transforma en una mujer completamente segura, oscura y poderosa. Pareciese un personaje paralelo al del Guasón: que, al tener una máscara, saca todo su lado malvado.

Ambas tienen estilos muy diferentes, el clásico y el punk, ambas deslumbran y Cruella siempre está lista para lanzar su “bomba” cuando la baronesa organiza algún evento. La encargada de hacer el diseño de vestuario para la película fue la inglesa Jenny Beavan, ya ganadora dos veces del Oscar, ella diseñó para Cruella 47 trajes diferentes, tomando de referencia a John Galliano (por tener un estilo extravagante) y a Vivienne Westwood (por ser la madre del punk). Para la Baronesa, realizó alrededor de 33 “looks” de un estilo un poco más sofisticado como Dior o Balenciaga. Para el resto del elenco creó casi trescientos atuendos. Sumado a esto, los lugares elegidos en Londres fueron reales, con algunas adaptaciones a computador, por ejemplo, grabaron el Old Royal Naval College y en el exterior del edificio Liberty, que es una tienda abierta desde 1875. El interior de la tienda se hizo en un estudio recreando al establecimiento.

Esta es una película de Disney y, por lo tanto, es una obra para los niños principalmente. Por lo que el toque narrativo especial que recibe Cruella en esta versión, es el de tener un lado amable, gracioso y, en cierto modo, que justifica el poder tener una actitud arrogante. Es como si nosotros, los espectadores, la estuviéramos perdonando por todo, la entendiéramos y aceptáramos su esencia cruel. Se convirtió en una malvada amada. “Nací brillante, nací mala y un poco loca” decía Cruella. Ella, es una villana, una que nos mostró sus miedos, sus fortalezas, sus debilidades, pero también su lado familiar, amigable y noble. Disney le dio a Cruella el poder de tener una personalidad que abarcara todas las dimensiones, le dio profundidad, le dio corazón. Los villanos no siempre están dictaminados a morir siendo malos, también tienen segundas oportunidades. Si se les quiere dar. Como acá. Hubo Sympathy For The Devil, como cantan los Rolling Stones en este filme.


Les comparto el Tráiler:



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©Ingrid Úsuga


Crítica de cine y nadadora artística profesional


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