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  • Foto del escritorIngrid Usuga

Guerrera interior: Mare of Easttown, de Craig Zobel.

Guerrera interior


“Las cosas importantes son difíciles de decir”

- Good Morning (Ohayô, 1959), de Yasujirô Ozu

Mare, la protagonista de la miniserie de HBO Mare of Easttown (2021), es una detective en un pueblo de Pensilvania. Constantemente se encarga de estar al tanto de situaciones y descontroles pequeños, así como de grandes crímenes: desapariciones de jóvenes, asesinatos, robos o torturas. El pueblo pareciera ser un vecindario en el que todos se conocen y en el que todos saben algo de la vida del otro, tanto, que por momentos pareciese que no pudiera encajar tanta cercanía entre ellos. Pero funciona, y muy bien. Todos los personajes secundarios están atrapados en algún problema adicional, lo que aumenta la trama de la miniserie. Hay una jovencita con un bebé y un padre igual de joven a ella que es agresivo, una madre que ha perdido a su hija y que ahora tiene cáncer…


Parece que Mare (interpretada por Kate Winslet) tiene que cargar con todo esto, y se está enloqueciendo por querer lograr darle a su ciudad un orden coherente. Ella está buscando la calma y el equilibrio, trabaja mucho por los problemas de los demás, cuando el caos verdadero está en su interior. Mare está rota, Mare está desgastada, devastada, pero intenta no demostrarlo, se esfuerza mucho y logra (la mayor parte del tiempo) mostrarnos el rostro de una mujer heroína, las actitudes de una mujer que siempre pone por encima de todo la lealtad a su cargo como policía. La lealtad a la ley.

Esa obsesión por el afuera, hace, realmente, que Mare escape de su propia realidad y de sus propias leyes. Con un tono de humor negro que sostiene todo el tiempo, la serie nos hace reír, nos asombra, entristece y nos estremece. Y así también es la personalidad de Mare: graciosa, ágil, inteligente y conmovedora. Quizá evadir su interior sea la solución momentánea a todas sus preocupaciones, quizá no confrontar el pasado que Mare trae consigo y mejor decidirse por enfrentar la ciudad, hace que con más fuerza logre resolver lo que su pueblo le pide.


Mare se encargó de abrazar como si fuera una madre a un pueblo entero; pero, al final, siempre al final, cuando la copa está empezando a rebasar, todo ser humano en el punto máximo del desconcierto interno, tiene que hacer una pausa, casi que tan automática como inconsciente y natural:

-Mare: Antes de que empecemos, no quiero que se desanime, es todo.

-Terapeuta: ¿Desanimarme?

-Mare: O sea, si no hay un gran avance o algo así, no es por usted (…). Es solo que para mí… usted ya sabe.

-Terapeuta: No ha funcionado todavía.


Siempre tendremos la oportunidad de regresar a nosotros mismos, la lucha más poderosa siempre será la interior. La guerra se ve reflejada en los actos, pero hay una pelea que por más que se quiera evadir no nos dejará de perseguir hasta no darle la cara y aceptarla o cambiarla. Quizá esta vez, ya, por fin, había llegado el momento de Mare, ese tan tenebroso como liberador.


Les comparto el tráiler:



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©Ingrid Úsuga


Crítica de cine y nadadora artística profesional

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