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  • Foto del escritorIngrid Usuga

Límites inexistentes: Hermosa venganza, de Emerald Fennell

“El problema con la venganza es que no consigue curar las heridas que uno siente”.

-Peter May

Hermosa venganza (Promising Young Woman, 2020) está escrita y dirigida por la inglesa Emerald Fennell. Cassandra, la protagonista (interpretada por Carey Mulligan) cada semana va sola a un bar y actúa como si estuviera demasiado borracha e “indefensa”. Ella sabe que un hombre siempre se le va a acercar a “ayudarla”: “¿Estás bien?, ¡Eres muy hermosa!... Yo soy un buen chico” ¡Patéticos! (pensaría Cassie en todas las ocasiones). Ella es una mujer que se transformó debido a las circunstancias, una chica que se sintió “agredida” por un pasado que no dejará ir nunca, hasta no desquitarse de todas las personas que la hirieron indirectamente.


Hoy, a sus 30 años, luce más sensual que nunca, más segura, más fuerte. Esa fortaleza solo surgió del dolor que sintió al ver que abusaron sexualmente de su mejor amiga mientras estaban en la universidad. Este momento marcó un cambio en su vida para siempre, nunca vemos ese suceso, porque nos muestran es a la actual Cassandra, ya crónicamente traumatizada. La directora Fennel es muy delicada y sutil en la manera de entregarnos información durante toda la película, por lo que tiene un constante suspenso que no se detiene y que en los últimos minutos del filme pasa del suspenso y la comedia al terror.

“Sabes que ellas mismas se ponen en peligro… chicas como ella” dice uno de los tantos hombres con los que Cassie se enfrenta. Esta película muestra a una mujer que tiene muy claras sus herramientas de seducción y las utiliza a su favor. Sabe que este será su método exitoso de venganza. Sabe que es como una red que atrapa los impulsos humanos masculinos que no razonan, que se dejan llevar por la belleza de un cuerpo femenino. Cassie nunca deja de tener todo el control. Ella en una libreta va tachando esos nombres de hombres que cayeron en su plan. Es como premiarse, ya no es una venganza personal, ya es una guerra contra la sociedad, contra la realidad que gira a su alrededor, contra esas creencias y pensamientos de creer que entre más indefensa parece una mujer, más fácil es tener acceso carnal con la excusa de que eso está bien, porque son “hombres buenos” los que se aprovechan.


Es muy valiosa la manera como esta película pasa del sarcasmo, diversión y sensualidad, a convertirse casi que, en una película de terror, sin necesidad de fantasmas o monstruos ficticios. Todo gracias al ritmo narrativo liderado -claramente- por Cassie, combinado con un juego de tomas de primeros planos del rostro de ella que causan tensión, y dejan reconocer su rabia reprimida.

La música elegida para las situaciones iniciales de la película, por momentos parece no tener mucha coherencia, lo que para nosotros los espectadores podría causar que no nos tomemos tan en serio el filme. Pero es de resaltar los instantes musicales en los que aparece “Toxic" de Britney Spears antes de llegar al punto clímax; y un uso gracioso de la canción "It's Raining Men" creando una atmósfera de humor negro. Acá hubo una apuesta arriesgada, pero que funciona muy bien con la historia y con el estado mental de la protagonista. También, adrede, la música genera un ambiente de “burla” de la figura masculina en los bares mientras bailan, dando la sensación de ridiculizar sus necesidades sexuales.


Hablemos ahora del arte. Ver esta película da la sensación de que Cassie es una Barbie en una casa de muñecas en la que ella por dentro se está destruyendo. Como si ella fuera un objeto plástico perfecto, manipulado por una sociedad agresora. Asimismo, los colores utilizados para su ropa, como la visten, el café en el que trabaja, su casa. Todo parece puesto artificiosamente a la perfección.

¿Cuál es la lección? ¿Qué necesitamos de este filme? ¿Para entretenernos? ¿Para que nos duela verla herida? ¿O para que alabemos a esa mujer que destrozó su vida por hacer justicia? Pues lastimosamente, esa tal justicia no existe en una sociedad ya corrupta: el porcentaje de hombres a los que “pudo” darles una lección son cifras minúsculas. Pareciera que más bien nos mostraran a un ser que solo encontraría paz con venganza, pero que al fin y al cabo nada iba a cambiar. Pero, ¿valió la pena para ella? ¿Sirvió su sacrificio de ejemplo?, ¿o al fin de cuentas solo vimos el accionar de una mujer mentalmente enferma? Dejo estas preguntas acá, como una invitación a que cada espectador formule sus propios interrogantes.


Les comparto el tráiler:



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©Ingrid Úsuga

Crítica de cine y nadadora artística profesional

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